miércoles, 10 de octubre de 2007

Llueve
y bajo ese manto gris
que cubre el cielo
mi corazón herido
se estremece.

Llueve...
Aquí adentro
la densa humedad
penetra mi alma
atormentada.

Llueve
y lentamente mis ojos
se empañan en llanto
con aquella angustia
olvidada.

Llueve...
y aunque se te extraña,
hoy tu ausencia
ilumina mi vía
hacia una nueva mañana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Así me gusta, niña! Hay que reponerse y usar las tristezas para crear! A escribir, dibujar, cantar...! hay que hacer arte con las pasiones truncadas, los sueños frustrados, los desencuentros, los amores perdidos y los buscados...!

(mmm... ¿tiene que preocuparme empezar a parecerme a Marta Minujín?)